viernes, 12 de noviembre de 2010

Carta abierta de Del Nido en defensa de los derechos televisivos

El fútbol español se encuentra en crisis y afortunadamente ya respira un poco más tranquilo después del desencuentro que han tenido en las últimas fechas los dos grandes operadores televisivos del país. Aunque todavía hay que ser prudentes, porque las rencillas entre Mediapro y Sogecable no están limadas totalmente aún.
A pesar de ello, incluso con la seguridad de los pagos audiovisuales, apenas se garantiza que los clubes seguirán caminando, pero en ningún caso van a poder nadar en la abundancia, nada de lujos ni excesos... Que miren el mercado los aficionados y a ver si encuentran diez fichajes con dinero de por medio en lo que va de verano en España. La cosa está mal y ahí tenemos la prueba.
El problema de nuestro fútbol es de base. En los años noventa la televisión comenzó a explotar el fútbol de una forma rentable, como nunca lo había hecho. Los clubes comenzaron a beneficiarse de ello, pero se creo un sistema de negociación individual que favorecía a Madrid y Barcelona. Esa tendencia ha ido creciendo con el paso de los años y a día de hoy la situación es insostenible.
El Real Madrid y el FC Barcelona copan casi el 50% del montante de los ingresos en concepto de televisión en el fútbol español. O lo que es lo mismo, con la suma de todos los ingresos televisivos de los 18 clubes de Primera apenas se superan el de los dos gigantes. Ello, evidentemente, desencadena una pérdida de competitividad alarmante, porque la diferencia entre los dos  grandes y el resto cada verano es más sideral y porque el nivel medio de nuestra Liga se vulgariza al extremo, con respecto al de otros campeonatos como la Premier o el Calcio.

En la Premier, sin ir más lejos, liga pionera en explotación de derechos televisivos, aproximadamente el 50% de los ingresos audiovisuales se reparten a partes iguales entre todos los clubes, mientras que un 25% depende de los méritos deportivos y otro 25% en función de audiencias. Ello provoca que un equipo de nivel medio en Inglaterra, pueda ingresar más de 30 millones de euros, una cantidad que en España está reservada para conjuntos con aspiraciones europeas... Si a ello le unimos que en Inglaterra se recauda mucho más por el potencial económico del país, la cantidad de la gente que paga por el producto y los patrocinios, concluimos, por ejemplo, en que incluso a la hora de fichar, el Valencia, tercero de nuestra Liga se pueda ver superado en una negociación, sin ir más lejos, por el octavo de la Premier como es el Everton.
Es perfectamente entendible que Madrid y Barcelona tengan que llevarse más ingresos que Sevilla, Athletic o Atlético, por citar, pero lo que no es tolerable es que las diferencias sean tan grandes. No es tolerable, simplemente, porque esto va a acabar siendo una Liga insípida en la que Barça y Madrid se decidirán los campeonatos en el Camp Nou y el Bernabéu. Si no queremos perder los actores secundarios, las clásicas revelaciones y sorpresas, estamos a tiempo aún de reaccionar. Debemos conseguir un reparto más justo y equitativo de los derechos televisivos, abogando por fórmulas que creen valor para conseguir el objetivo que nos hemos marcado. En Inglaterra el Manchester cobra bastante más que el Sunderland, pero no diez veces más como puede ocurrir en España con una comparación parecida.
La Liga la jugamos 20 equipos, que eso no se le olvide a nadie. Madrid y Barcelona cobran esas cantidades inabarcables porque juegan contra otros 18 conjuntos. Tenemos que trabajar y estamos trabajando para conseguir que las distancias se acorten a futuro, y el futuro ha de ser inmediato.

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