Cuando el espectáculo está en la grada...

Se acabó el año futbolístico anoche en Nervión con la clasificación del Sevilla para los octavos de final de la Copa del Rey ante unos quince mil espectadores que desafiamos al frío y al paupérrimo partido de nuestro equipo. Salió Marcelino con casi todo para dejar resuelto el tema pronto, pero nada mas lejos de la realidad, en una primera parte horrorosa el San Roque tuvo hasta tres ocasiones de haber igualado la eliminatoria, menos mal que era el San Roque, provocando los silbidos de la grada al término de la primera mitad.
Tras el descanso Marcelino dió entrada a Kanoute por un desaparecido, otro partido mas, Negredo y el gigante malí tumbó al conjunto lepero con dos goles, el primero tras un penalty cometido sobre Armenteros y el segundo de un gran cabezazo a centro de choque, si el partido ya era malo a partir de ahí se convirtió en un suplicio, solo algunas acciones aisladas a cuentagotas de Kanoute y Campaña dieron algo de color al choque, a falta de 10 minutos para el final el ex-sevillista Adri de falta directa pone el 2-1 definitivo en el marcador. En resumidas cuentas, la única diferencia en 180 minutos entre el Sevilla de Monchi y Marcelino y el San Roque de Segunda División B fué Frederic Kanoute que hizo los tres goles de la eliminatoria, un dato que es para pensar.





Visto lo visto sobre el terreno de juego y visto el frío que hacía en la grada, en Gol Norte los Biris prepararon su propia fiesta navideña, un espectáculo maravilloso de cánticos sevillistas y de coreografías dignas  de elogios, durante muchísimos minutos de la segunga mitad el público miraba mas a la grada central de Gol Norte que al terreno de juego y es que cuando hay mas espectáculo en la grada que en el terreno de juego algo falla. Pero es que era así le duela a quien le duela, ante la desazón del partido los Biris animaron una fría noche en Nervión demostrando que a ellos no les importa un resultado ni un partido para animar a su equipo, fué magnífico el ambiente que crearon los Biris, que ante la falta de futbol en el césped supo ingeniárselas para darle color a un desagradable partido, una vez mas y van... chapó para ellos.